"Todo lo que está a la vista es publicable"
Exclusivo de: @FrankNessias esta edición única. Amor Expreso, el concepto verdadero del amor.
Amor Expreso
Edición N° 174°
La verdad está en las palabras
¿El amor de novios incluye sexo? No te pierdas esta edición única. Amor Expreso, el concepto verdadero del amor.
Saber lo que es el amor no es fácil, sólo hay que vivir e ir sufriendo.
SECCIONES:
- Vernissage
- Reflexiones junto al té
- Ofrenda Literaria
- Escupiendo versos
- Peristilo sórdido
- Vuelco de Broza
- … Y como dirían en mi villorrio
- La ñapita
VERNISSAGE
Podemos aceptar una idea, pero es difícil aplicarla. Así comienzo esta edición del semanario, afincando que por mucho que yo escriba, pocos pueden digerirlo, por no decir que no leen, peo en fin, así es la vida, ¡todo es digital! Todavía no sé cómo mi hebdomadario tiene 16 años en Internet, ¿o acaso sí sé la razón? Debe ser porque el amor aún se puede aplicar a nuestra sociedad, por muy encochinada que se encuentre en la actualidad.
Comienzo de esta forma, como introito, afincando que no hagan conclusiones hasta no leer todo el contenido, pues, fácil es criticar, lo difícil están en digerir, canalizar o admitir lo que eres, lo que fuiste, lo que quieres ser, creyendo en el amor, pero sin profesarlo en ningún sentido, simplemente creyendo que llegará a ti de la nada, emplantillada en lo mismo de siempre, ¡la plasticidad! ¡Libérate! Glogló… ¡Voló! ¡Mermó! ¡Murió!
(-.-) REFLEXIONES JUNTO AL TÉ (-.-)
Amor Expreso
Sentado, ahora tomando té, y no café ni Whisky, escribo sobre el amor, como la mayoría de las veces, pero no tan sarcástico como siempre he sido, a ver si conocen al verdadero Frank, y no ese escritor que profesa el amor como un escape, sino quien cree en el amor, así haya sufrido a cambote. No me dirijo a nadie específicamente, como siempre lo tildan en sus correos de respuesta, pero acepto lo que puedan interpretar, pues, soy detallista en la vida, y, por cualquier motivo, expreso lo que veo. Si alguno de mis lectores o amigos (as) se siente receloso (a) por lo que escribo, o escribí, detallen el porqué en este semanario, y hallarán la respuesta.
Todo comienza con el análisis de nuestra mente, sí, así de fácil. Decimos que el amor se conecta con el alma, o expresamos frases como: “te amo con toda el alma”, “mi alma es tuya”, y, ¿alguien sabe el significado exacto del alma? Si tratamos de asemejar el alma con algo tangible, no encontraremos una certeza. Por eso, insto, bajo este Amor Expreso, que nuestra mente es la creadora del tan llamado amor. Si nos vamos a lo científico, nuestra mente está dividida por varias partes psicológicas, las cuales son: el razonamiento, la memoria, nuestra personalidad y los sentimientos. Con la razón podemos hacer operaciones algebraicas, mientras la memoria va guardando esas ecuaciones. La personalidad nos hace únicos, aunque, ciertamente, hoy en día todos parecen borregos, guiados por las masas, colocándonos como plásticos, de plantilla o una simple fotocopia de lo popular, sin embargo, nunca apartamos nuestra personalidad, nuestros supuestos gustos, la tan llamada atracción o la química (feeling), que almacena nuestra memoria para llegar a un sentimiento. ¿Es un trabalenguas, no? El amor es así de complicado, gracias a la estructura de nuestro cerebro, que, con el paso del tiempo, también va cambiando. No podemos elegir una razón lógica de lo que nos gusta, pues, quizás pensaste que te gustaban los hombres altos, acuerpados, con ojos verdes, y termina gustándote un moreno, de baja estatura y hasta fofo, ¿y? Es como decir que me gustan las blancas, pecosas, con senos medianos o grandes, pies rosados y un lunar encima del labio superior, ¿y? Si voy a mi pasado, la mayoría de mis relaciones amorosas fueron con morenas, no dotadas de buenos senos, mucho menos con pies de camarones y ni hablar del bendito lunar exótico. Simplemente, no podemos decir el porqué nos gusta bailar, el cine, la naturaleza, leer, ser escritor, etcétera. Es como ir por la calle y ver a una mujer, y decirme a mí mismo: “esa fémina me encanta”; me puede inspirar hasta un semanario completo, escuchando música del Ipod y escribiendo en el Bloc de Notas de mi Blackberry, ¿y? No tengo ni la más remota idea de por qué me gusta, pero podría decir que mi cerebro reacciona frente a determinadas situaciones, y, ¡vaya, de qué manera! Por unos simples pies, me detona la inspiración, un buen escote, unas nalgas provocativas y hasta una simple mirada de vagón, ¡esa es la musa! No me cabe la menos duda que son señales que nos producen un sentimiento en la personalidad, un “algo” que te llamó la atención, y hasta que te puede enamorar, sí, así no conozcas a la persona, pero te enamora y nunca lo olvidas. Esas reacciones del pasado, esos gustos que tanto decimos, explota cuando encuentras en tu camino a alguien semejante, pues, no lo sabes, pero quedó en tu inconsciente. Lo que ahora escribo es cierto, ¡para muestra, un botón! Me encantan los pies rosados en una mujer, porque cuando era niño, mi primera novia jugaba conmigo en el sofá de mi casa, con sus pies, obviamente, y quedó inmerso en mi personalidad, ya adulta (para mayores detalles lean mi novela de la vida real: La Mano de un Escritor), je, je, je.
Todos nos preguntamos alguna vez por el significado del amor. Basándonos en el punto G, ¡ay, no es ese tema! ¡Ya, seriamente! Cuando estamos frente a una determinada situación, separamos los componentes que la componen. Por ejemplo, vamos al cine en una de distracción, y, decidimos una por algún título que nos llamó la atención. Pero, va más allá del título, porque, cuando ya sales del cine, dices que fue una buena producción, porque la actuación de tal actor es impecable, y hasta porque el guión estaba bien estructurado, ¿entonces? Terminas diciendo: “amo esa película que acabo de ver”. Es eso, amigos, que anteponemos el amor en nuestra personalidad, cuando determinado objeto nos gusta, y, partiendo de ahí, comienza la propiedad del sentimiento, y, es hecatombe para los seres humanos la combinación de muchos gustos en uno sólo ente. ¡He allí el concepto del amor! Eso es todo, sí, nada más que eso, el amor es el cúmulo de gustos que tenemos encontrados en una sola persona, mas, ¿cómo es posible? Simple. Las personas que comienzan una relación por un gusto físico, o dicen que están “saliendo con una persona, poco a poco, para conocerlo mejor”, no es más que un anticipo de noviazgo, a ver cómo van sucediendo las cosas, si te gusta su comportamiento, el estilo de música, e, incluso, cosas que ni tú misma sabías que te gustaban, por ello, dicen que el amor es ciego, porque terminas enlazada con la persona que menos pensaste, aunque, es arma de doble filo, porque la mayoría de las personas se crean que le gusta tal cosa, o que esa persona con la que estás tiene todas las virtudes que esperabas, sin embargo, no lo es, y desencadena una serie de elementos que también guardamos en nuestra memoria, y, de pasar a tener un gusto por algo, pasa a odiarlo, alejarse, o la simple excusa de siempre: “lo siento, pero me estoy dando un tiempo. Desconfío hasta de mi sombra”. En estos casos, el amor se oculta, y los gustos no flotan, aunque estén allí, perdiendo, de esta forma, una oportunidad en el amor, porque se queda en negación total, dándose un tiempo al tiempo, elemento que resulta erróneo.
Ciertamente, cuando amamos, juntamos todas las mejores propiedades de las cosas más espléndidas y perfectas que consideramos el universo, ¡vaya, qué profundo! Pero, es verdad, por más que nos neguemos a que lo perfecto no existe, es lo que queda en nuestra memoria, gracias a la educación que tenemos, además del compromiso con la sociedad de “ser alguien”. Estos entreveres me hacen llegar a la conclusión que los sentimientos nos tergiversan, nos engañan como les da la gana. Lo creas o no, es la verdad, por muy duros que queramos ser, porque hasta una prostituta, o mujer Light, se enamora, sólo que está negada al sentir, en esa autodestrucción del amor que vivimos hoy en día. Como cualquier sociedad, interactuamos, al punto de influenciarnos unos con otros, desde nivelarnos en tolerancia, el respeto, hasta llegar al odio y la ignorancia, y, como se imaginarán, siempre están por encima del amor, pues, mejor resulta ir a una discoteca o la playa, que amar a alguien y quedarse en casa descansando o viendo películas, pues, debes vivir y quemar etapas. Amigos, el ser humano no vive por etapas, eso es una clasificación meramente social… Cada persona debe hacer su vida como le plazca, y no seguir lo básico o lo común, porque cada vez más te alejas del amor, y, es mentira que encontrarás a esa persona amada en esos relajos, en el trabajo, la universidad o entorno propio, ¡no! Sólo en un 16%, si nos vamos a los números, pero, bueno, aguja en el pajar, como yo, que predico el amor, pero, ¿acaso lo profeso? Saquen sus cuentas al respecto, de lo que son ahora, lo que quisiste, con lo que te conformas, o tener a alguien a tu lado, etiquetándolo de “novio”, que merece respeto, cuando en cinco meses te obstina, lo mandas al diablo, y, te enlazas con otro, ¿por qué? ¿Y tú esperaste cuánto tiempo para estar con otra persona? ¿Ya sanaste? No se trata de eso, sino que no te diste cuenta que no lo amabas, simplemente te registe por las leyes de la supuesta fidelidad de pareja, cuando debemos es tenemos fidelidad a nosotros mismos, ¡he allí el detalle!
La mayoría de la gente cree que su pareja debe tener la misma tolerancia o gusto, aunque, algunas, dicen que tener al lado a una persona semejante, es aburrido. Lo cierto es que todo lo llevan al fanatismo, sí, el fanatismo, porque hoy en día se prefiere a una persona que tenga carro, a una que ande a pie, ¿cómo, y eso no es materialismo o artificialidad? No, es fanatismo, porque te gusta la pasión, la facilidad, y, si te gustan dos, escoges el que tiene carro, aunque no te guste mucho su machismo, pero lo prefieres a él porque no habrá problemas con el transporte, porque te puede buscar al trabajo, la universidad, salir por la noche sin problemas, cómoda, a que estés luchando con el Metro, el transporte público o pidiendo taxi, ¿por qué escoger al que no tiene carro propio? He allí los gustos que la sociedad nos impone, que tengamos el mismo nivel de interacción, pero, ¿qué pasa? Por ejemplo, una chica que quiera encontrar un novio, desesperadamente conoce a alguien y le dice que lo ama; luego descubre que él tiene novia, y, de sopetón, ya le dice que no lo ama, ¿con qué se come eso? Yo, en tal caso, si la amo, ¿me va a detener una simple etiqueta? ¿Por qué no puedo amarla? El amor, compañeros escritos, no tiene obstáculos. Insisto, la sociedad nos quiere colocar en el mismo nivel de interacción, y, no se trata de serle fiel a tu pareja, sino serle claro. Si terminó, dile la razón; si dejaste de amarla, dile el motivo; si te enamoraste de otra persona, confiésalo. No hay duda que nos transformamos, y, así como la pasamos bien con alguien hoy, mañana ya no lo es tanto, y pasado mañana te vuelve a encantar, hasta te casas, tienes hijos, y, es porque se compactaron los gustos, porque probaste tanto, que, te diste cuenta que lo que siempre te gustó fue lo primero que probarte, ¡así de fácil!
Antes de seguir, debo aclarar que no soy el Dios del amor, y, no precisamente hablo de Eros, sino en fe a que puedo saberlo todo, ¡no! Simplemente escribo lo que veo, lo expreso sin miedo, y lo busco, sí, ¿algún problema? Ese es el meollo, que la gente dice que el amor no se busca, sino que se encuentra, eso es mentira, amigos, porque el que quiere besar, busca la boca. Es como preguntarse: “¿cómo encontramos un noviazgo certero?”. Es un acuerdo, nada más que eso. Digamos que es como un contrato, que tiene tiempo de caducidad.
Definitivamente, el amor es esencial para la vida, mas, ¿cuáles son los patrones típicos de un noviazgo común? El hombre le pide a la mujer que sean pareja; el hombre dirá las razones del por qué la ama, claro, si es un clásico sifrino básico de pacotilla, simplemente la llenará de detalles en algún tiempo, y, luego de tener relaciones sexuales con ella, pues, cambia por completo. Con todo esto, la chica acepta, si quiere, sin embargo, ¿por qué tiene el hombre que pedirle a la mujer ser novios? ¿Por qué la mujer tiene que esperar que el chico que le gusta venga a invitarla o hacerle la dichosa pregunta? Sociedad machista, simplemente, o, ¿será por el dicho que el hombre propone y…? ¡Bah! Vivimos en un mundo vuelto mierda, por eso seguiré en el mismo cause, creyendo en el amor, en esa magia donde puede nacer lo que se plazca, sin preceptos sociales, sin pensar que se es hombre o mujer, pues, lo único es ser claro y sincero, espontáneo, por llamarlo de otra forma, y cuantificarlo, en vez de vivir en una red de plantillas sin sentidos. Dígame esas frases imberbes de hoy en día, tales como: “te adoro porque eres hermosa. ¿Quieres ser mi novia?”, “te necesito para amar, ¿por qué eres tan bella? Te amo por lo que eres”, “eres una maravillosa persona, por eso quiero que seas mi novia”, “el sólo hecho de ver tu cuerpo me enamora”. Dios, yo no sé qué es peor, si decir esas frases estúpidas para tener una novia, o ser yo mismo y ser rebotado. Por ejemplo, yo no le diría que amo a una mujer por su físico, en tal caso que me gusta, pero tampoco lo hago porque no me interesa el físico, es decir, que simplemente me daría una oportunidad, se lo expreso como debe ser, no por halagos… y, si esa mujer me acepta, pues bien, si es otra más del montón, que se busque a su hombre básico. En fin, estos casos que les expuse son reales, palpables, y, es lo que me da terror, porque el amor se simplifica en un gusto, una simple atracción, una pregunta, una respuesta, y la cama. ¡Más nada, no hay para dónde agarrar! Sólo puedo precisar que nadie necesita a nadie para ser feliz o amar, eso depende de nosotros, y, que la belleza se esfuma, entonces, ¿andarás toda la vida buscando un físico, cambiando y cambiando? No sé, con las cirugías todo es posible, pero no es la razón de ser, por ejemplo, que digamos que queremos a una persona para ser uno, ¿qué significa? Muchos piensan que se trata de sexo, de llegar a la cama y ya ser uno, pues, ¡no! Podrán ser uno por una noche, dos, tres, unas cuantas salidas, pero, ¿en realidad son uno? La realidad es que se hacen uno por las similitudes, pero no por los gustos que tengan en común, sino por lo que vivan, comprendan y proyecten, el respeto que se tengan y la fidelidad consigo mismo; en pocas palabras, si yo la amo a ella y ella me ama a mí, es como si yo me amara a mí mismo siendo uno, ¿entendieron, o es muy profundo? Bueno, es como si dos espejos se desafiaran y llegaran a un mismo concepto, formando la unificación de sentimientos, el simple hecho que se habla de dos, pero con su propia independencia. Menciono esa palabra porque hay personas que sólo piensan en su pareja y no piensan en las demás cosas que las rodean. Eso no es amor, eso es fanatismo, un sentimiento extremo. Es lo que mencioné anteriormente como fanatismo, es simplemente una obsesión por el amor, que, incluso, llegan a dejar sus estudios, un trabajo estable, incluso sus amigos más cercanos, de toda la vida. Casos muy comunes en personas demasiado románticas y entregadas, que son capaces de dejarlo todo por una persona, y, ¿si esa persona se va, qué te queda? Lo más verídico, serán hijos, pero, al fin y al cabo, sentirás una inmensa soledad.
Otro caso sería el de la melosidad. Las personas celosas aman a su pareja, pero no aceptan que otros gusten de ella o que ella guste de otros. Si un hombre es celoso y ella también, las preguntas de rigor son: “¿para dónde fuiste? ¿Con quién? ¿Qué hiciste específicamente? ¿Con quién bailaste?”. Estas interrogantes generan desconfianza, tanto para él como para ella, porque cierran sus otros vínculos de vida; yo lo llamo como un cáncer, que, poco a poco, va matando el amor que se puedan tener. El amor no tiene obligaciones o leyes, es sólo un árbol de opciones, las cuales hay que sentarse con la pareja, para que no te sientas invadido, presionado.
Siempre he escrito y dicho que quiero darme una oportunidad en el amor, que me la di y me la daré, pero, ¿qué conlleva a esa querencia de noviazgo? Es amarla como se quiera, siempre y cuando que la ames. En este caso, existe completa tolerancia y el absoluto respeto hacia la pareja. Esto significa que amo tanto a mi novia que dejo que haga lo que quiera, porque yo amo a esa persona como es, y todo lo que la rodea, tan libre como lo estuvo, pero basándonos en respeto mutuo, ¿acaso es difícil? Desde luego, le das prioridad a la relación, pero por eso no vas a restringirle nada, pues, no voy a atarla a mí como si fuera mi mascota.
El verdadero amor apuesta a la sinceridad, el respeto a la pareja, la pasividad y el razonamiento. Este se diferencia del amor liberal porque apuesta a ser menos materialista que el liberal. Ahora bien, ¿qué tiene que ver la intimidad? El caso del sexo es similar, no es lo mismo amor que sexo. Pero al tratar a una persona como objeto sexual no la trato como persona, y esto me hace egocéntrico sin que me importe lo que le pase o como considero a la otra. Pero el amor liberal toma a la persona como cuerpo y mente, el dialéctico la persona es la mente, ¿me entienden? Es algo así como apartar las circunstancias, pues, por como está el mundo hoy en día, sólo se sobrevive. Sólo puedo decir que como amantes reales debemos estar contra la voluntad del otro, es un enfrentamiento entre opresores y oprimidos. Es una lucha del derecho de libertad, quien se la merece y quien no. Pero esta es la solución que yo pienso, lo que busco es este Amor Expreso.
Como les mencioné en la introducción, hay personas que se enamoran de alguien que tenga carro y viva en un lugar “respetable”. ¿Qué hacemos con esa atrocidad? Si pensamos bien, si le quitamos a la chica su auto sigue siendo la misma; siempre lo fue, pero pensamos que era otra y ahora no tiene ese valor, ¿cuál valor? Si ella no me agrada ahora porque no tiene su auto, significa que fui un individualista que estaba interesado por un objeto que me satisfacía a mí. Si amamos a alguien, debería ser por lo que es, no por lo que tiene, pero, ya es estúpido que siga escribiendo que no tiene importancia dónde vivas, quiénes son tus padres, si eres profesional o qué proyectos de vida tienes. Si nos vamos a los cerebros de rancho, es estar pariendo muchachos, y, una persona “consciente”, no va a tener seis hijos para acabar con su vida. Suena rudo, pero es la verdad, como decir que una mujer de 23 años tenga dos hijos, es madre soltera, quiere seguir adelante, pero, ¿qué tipo de hombre la busca? ¿En realidad quiere enseriarse con ella? Ustedes saben la respuesta, no hace falta que la escriba… el sexo, se arrima.
Pero, el meollo del problema es si en realidad amamos a la persona que está rodeada por objetos, insisto. ¿Qué hacer con estos gustos exquisitos? Pues, rodearse de personas que tengan ese aprecio por lo material. No es lo preciso ni inteligente, si queremos un amor de verdad, pero, ¿qué importa hoy en día si eres feliz o no, si lo tienes todo? Es una pregunta infinita, con miles de respuestas, que, sin duda alguna, las conocemos, y, si decimos que lo material no nos importa, que el físico es lo de menos, ¡mentimos! Más si cuidas en exceso tu apariencia, ¡es una farsa que te enamorarás de un rastrojo!
Quisiera tocar el punto del beso entre parejas. ¿Qué significa? Es un símbolo, sólo eso, claro, sentimos en demasía besar a la persona amada, pero, eso depende de cada persona, de cómo besa y lo sabroso que pueda besar. Esta particularidad es meramente social, pero así nos educamos, y no hay vuelta atrás. Podría mencionar dos tipos de beso, por ejemplo, el adolescente, de esas que jugábamos a la botellita, los piquitos y el de verdad, los piquitos que podían darse a cualquiera, y los de verdad, besos apasionados, con lengua. Lo cierto es que el beso verdadero es un acto sexual, y muchas personas deberían apreciarlas, y no andar besándose con cuantas personas estén saliendo. Para mí el beso es sagrado, no se anda por ahí besando a cualquier persona, porque te guste, sino porque entregas esa “acción” a una sola persona: tu pareja. Es igual que los tipos de amor, por ejemplo, el amor puro, el que profeso, que es el que sentimos desde el corazón, el que se sufre, se extraña, es hermoso, el cual deseas besar todo el día, hacer el amor cuantas veces se pueda, y querer estar con ella para siempre. Es ideal, ¿no? Pero, la mayoría se sitúa en el amor liberal, ese que se ama por cualquier razón, que no se está limitado a nada, donde no hay celos, donde pasas el momento y punto, igualmente que el amor material, que nace de la superficialidad, de un gusto físico o lo que tenga la persona en objetos de valor. Hay muchos tipos de amor, pero, el otro que le apasiona a mucha gente es la del beso, pues, en el acto, se enamoran. Lo entregan todo en un beso, y, este en particular, luego pasa al amor puro. Ahora sí que me volví loco con este semanario, ¡parece una cátedra! Ja, ja, ja. Pero, me inspiro y continúo, interrogándome: ¿el amor de novios siempre tiene sexo? Sólo puedo estampar que en mi época, el amor de novios era diferente, era bonito, especial; hoy en día niños de 12 y 13 años son novios y tienen sexo como si fuera soplar y hacer botellas. Me aboco a esta respuesta, afincando que el amor lo confunden con el placer y la felicidad. Las ansias de sexo, acaban con el amor. Así de simple; en realidad, el amor incluye sexo, no hay tutía, pero puede haber sexo sin amor, así, que, la segunda opción es la mayor tomada. Es como decir que el amor es dadivoso y espléndido, en cambio el sexo es utilitario y egoísta, es saber que cuando se busca amar, es satisfacer a esa persona, en cambio si buscamos sexo, es satisfacernos a nosotros mismos.
Sin duda alguna, el amor es más complejo. Por ejemplo, sabemos que la palabra “siempre”, es circunstancial, pero quien ama de verdad, sin duda alguna, dirá: “te amaré por siempre, te amaré toda la vida”. Sería una locura decir: “mi amor, te amaré durante esta semana. Luego amaré a otra”, o, “amo a dos mujeres, aparte de ti. No puedo dejar a ninguna. Yo te amo”. Bueno, sería una buena opción para aquellos que engañan a sus mujeres y hombres. Es ideal saber la verdad, y no vivir en una sarta de mentiras, o decir, simplemente, que sólo quieres sexo, sin estar enamorando a nadie, es lo mejor, porque, pierdes tiempo, haces perder tiempo, ilusionas a la persona, la enamoras, y le haces daño…
Por ahí en Facebook coloqué: “¿Quién cree en el amor hoy en día?”, y, una que otra persona se atrevió a contestar; lo que más me llamó la atención fue una chica que no cree en el amor, que no está para relaciones sentimentales, para seriedad, ¿y entonces? Es cómico, pues, puede tener una relación de relajo (liberal), pero no una formal, ¿por qué será? Simple, porque ama a una persona que no le corresponde, o la amó, y al mismo tiempo es amada por alguien que no le provoca ni darle los buenos días. Por eso debe existir esa picardía de amor, de gustos, aunque no sepas lo que te guste, bueno, es mentira lo que escribo, basándome hoy en día, porque unas tetas te enamoran, un hombre musculoso, una buena figura, ¡todo se encajona en esa mierda! Por eso, insisto, que sólo vale es el momento en nuestra sociedad mezquina y aparente. Nadie sabe amar; nadie se ofrece esa oportunidad por haber sufrido, ¿y quién coño tiene la culpa? Tú mismo, por andar fijándote en la persona más inadecuada. No le eches la culpa a un tercero.
Sinceramente, el amor es transitorio. Es una cuestión de vicio, sí, porque cambian de experiencia continuamente, no como el amor auténtico, que nunca se da cuenta de lo rutinario, porque se ama de verdad. Por ejemplo, lo que hacen de su “amor” una vida sexual, sólo buscan placer, unos cuantos orgasmos, unas buenas mamadas, sexo anal, ¡ya! Ahí acaba, en los espermatozoides, o en la garganta de la fémina, ¡um! ¿Estoy siendo rudo? No, eso lo sabes tú, pérfida. ¿Quién se va a sacrificar por una persona amada? El que ama de verdad, yo, por ejemplo, lo hago, lo hice, lo haré, ¿por qué? Porque sí me importa ser feliz, y, aunque tenga un mar de desamores, no me quejo, o sí me quejo, pero tampoco ando llorando por las esquinas o no querer darme una oportunidad verdadera porque sufrí.
Ahora bien, ¿por qué no tener, simplemente, relación sexual y no enrollarse la vida? Las experiencias de esta índole es pasajera; se tiene libertad en todo el sentido, en esa unión sexual episódica, gratificante las primeras veces, pero a la larga es triste, porque sólo te abocas a los genitales, a sudar como desquiciados, pero jamás con ilusiones, con un bien común, y se cansan, pues, son incapaces de amar, y sólo les queda la resignación a esa felicidad duradera con la que siempre se sueña, pero que cercenan por querer dárselas de independientes y que solos podemos ser inmensamente felices, y, es que “no podemos ser felices con ellas, pero tampoco sin ellas”, tal cual expresarían en la obra: “Confesiones de ellas y ellos”.
Las aventuras sexuales, pueden tener su buen rato, pero por carecer de amor. No se proporcionan de apoyo, sacrificio, pero pueden ser sinceros en la vida de cada uno, de cómo quieren que sea esa persona amada, que sueñan con ser felices, incluso, se cuentan experiencias con otras personas, incluso sexuales, pero que creyeron que era amor, ¿qué tal? Bastante paradójico, porque, quizás, si se detienen a interpretar lo que dicen, no hace falta buscar en ninguna parte, pero, como este tipo de relación es como un contrato, si sugieres una relación entre ambos, lo más seguro es que termine ahí, o suceda el milagro y hasta hagan su casita… Por eso es que yo siempre seré Frank Nessi, El Escalpelo romántico, pues, la felicidad de los humanos no se reducen a satisfacciones corporales, es sólo un complemento, pero en esta sociedad machista es difícil ir contra la marea. Lo que hacemos es animalizar, en vez de creer en el amor espiritual. Como siempre lo he recalcado, cuando se ha vivido de verdad, en relaciones amorosas, se sueña con el amor sincero, pues, se aprende que el amor enriquece al sexo, y, si no hay un “buen sexo”, no importa, porque mañana será otro día, y capaz que lo hagan en las escaleras, pues, se entienden, ¿ahora me captan? El amor se enriquece de cariño, que es amor del alma, etéreo, como digo yo, y del deseo corporal, no hay tutía, pero, hay que saber que lo sexual no es comprable con otras relaciones que se haya tenido, por ejemplo, hay mucho más tacto, más paciencia, pasión, la situación pre – orgásmica, el saborear cada poro, el aceptar la belleza que se tenga, así sea la persona delgada, o con pocos senos, ¡el amor es así! No es tan explosivo ni violento el sexo, a eso me refiero, pero, como ya estoy escribiendo mucho, y la gente es floja, continúo en otro momento, ¿les parece?
¿Ya? ¿Ese es el concepto del amor? No sé, pero de lo único que sí estoy seguro es que el amor verdadero es aquel que es perdurable, el que va creciendo poco a poco, el que va por encima de la satisfacción propia, el que es capaz de renunciar a sus apetencias, sea cual sea, no se hagan los tontos; es aquel donde se fracasa, y la persona está ahí para apoyarte, es aquel donde se llora, donde se pelea, donde te sientes mal porque le contestaste sin pensarlo, aquel donde no te extasías por la belleza, porque eso es admirar, donde sientes palpitar tu corazón por verla simplemente, es aquel donde ansías un beso, un abrazo, así sea 10 minutos que se vean, es aquel donde no se sacrifica por amor, sino por deseo, ¿entiendes? Sí, eso no existe hoy en día, sin embargo, aquí estoy yo, y, no me quejo, no me arrepiento de lo que soy, porque, simplemente, no soy escritor, tampoco una caricatura, sólo soy un hombre más, del montón, que nadie ve, porque nadie conoce, mas, tengo la esperanza, y ojalá sea así, que encuentre el amor, ese sin apariencias, el que sea verdadero, porque el sexo normal ya no me atrae, bueno, nunca me gustó, sí, ese soy, El Escalpelo romántico el de 22 centímetros, el mismo Literato de siempre, solo, que desea amar, pero no salir por salir, sino que sea una entrega total, entera y toda.
Sin cernejas en la sin hueso:
Frank Nessi.
(-.-) ESCUPIENDO VERSOS (-.-)
Juego de vocales
“Agradezco la invitación de El Escalpelo
para escribir éste poema hecho reto,
un juego de vocales inédito, para callar a los insulsos,
frívolos lectores que sólo se sienten heridos,
y caen en insultos
a un simple vate que clama la verdad,
sin pensar en individualismos.
No soy poeta, así que me perdonan.
Comienzo a retarlo, aquí sobre el teclado,
que escriba únicamente, para empezar, sólo con la vocal ‘o’,
que te animes, amigo, a la ironía o lo que sea, sarcástico como lo has sido,
tan cortante, ácido y realista, sin barrenillos transidos”.
“Yo no como mocos como otros,
sólo compongo como pocos.
no cojo por morbo,
no soplo hoscos,
sólo toco como cloroformo, tosco,
o conformo tontos monólogos,
goloso, doloroso…
con ojos rosos, con hopos tropos.
Todos los llorosos son monótonos.
Los golosos por lo jocoso, con morbo, con condón, ¡los cojo!
soplo como colofón, ¡socorro! ¡No los soporto!
Son toros sonsos, corroyos tontos mocosos.
No rompo focos, broto polos dolorosos,
con rostro frondoso pongo todo,
con el dorso o por coloso, los pongo locos.
No como con lo costoso, sólo pongo joropo, sorbo o froto como doctor, ¡oh!
¡go!”.
“Estupendas trazadas las que hace El Escalpelo,
siempre grotesco,
enfermo de sátiras y sin cernejas en la sin hueso.
Ahora te reto a construir versos
con la vocal ‘A’, a ver si a tus lectores logras impresionar.
¡No te llenes de embeleso!
Llénate de mucha más energía,
inspírate con algún dolor que te conmueva,
y, logra enrabiar, para que des en el clavo,
para que a todos le duelan.
“Ama. Aplasta a garras, tras alma cansada ¡para, canalla!
Alza la cara, atrapa las ganas, nada a la falsa.
Ataca a palmadas las nalgas. Agarra la tángana, las cagadas,
tras la batalla pagana. Saca las ganasamargadas a la gran manada.
Jala las carcajadas ¡maja! ataca
a ráfagas, nada a charlas malas falsas, las dadas a maldad.
Ya las palabras flaman a la sátrapa,
salta a la frazada, a la sarna, ¿a la mamada?
Las fans andan a llanas tangas, ya hartan a la fachada,
pasan a fracasadas, hasta acabar a la nada, ¡vagas rajas!
La tan amada santa, a Frank, salta
a las mañas nacaradas,
a tantas matracas paganas, a tantas flacas panas, ¿ah?
Ya las palanganas rasgan, a jactar, hasta hartar;
amar la laja, tras la hamaca, salada, pasa a planas gastadas.
Malsanas patrañas atrapan a tantas sambadas, fallan al amar
pasan a las tantas dañadas, dadas; pagan a rastras;
catas la grasa, la vaca, la llana, ¡bah! ¡Hasta las mancas las dan!
Ganar la fama traspasan las fachas, ganar la calma sacan canas, ¿what?
Ya plasmar las andanzas, cansa, pasan a la tajada, a la pala, la ñapa, ¡tananá!
Amar ya maltrata, pasa a la ralla, a la maraña, la paja… nada gratas
Gastar la raja saca mañas, ¡dala, anda, dala!
Caza barracas ratas, andan a rastras ¿Caracas? ¡naaaaa!
Aman a tandas laaaargas, ¡caca! ¡Arrastrada! ¡Plasta! ¡Ya basta!”.
“Para terminar, te reto a la vocal ‘E’. Escribe de ti, de tus sentimientos,
lo que has sufrido por el amor, lo que eres, lo que siempre serás,
con un estilo único, como moraleja, a pérdida de aliento,
que quede por siempre éstas letras, al eterno enamorar”
“Me enterré en mentes mequetrefes,
en el presente cesé el entrever, entre perder, ver, crecer, ¿eh?
Presté el estremecer, besé de frente, perpetré el querer, ¿ven?
Que desees que éste cese, je, je, je, ¡deben meter el pene en el retrete!
Que me leen, releen, ¿qué pretenden?
Deben perderse en el revés,
el que temen en fenecer,
éste que desde el éter pretende crecer.
Se creen terrestres, en éste que es jefe, ¡qué peste!
Quédense en el merecer, que en el deber, me enterré.
Pensé en fenecer en el estrés, ¿qué? Recé en el beber.
Me enteré que el presente es efervescente en el perder,
perder es el presente que se embellece.
Ese es el reverdecer en el que me peleé;
que se crece en fe, en fe se ve celeste.
De tejer el querer éste se envejece, se mece, se emerge, ¡en pelete!”.
“¡Ey, Frank! Aún no te despidas; acabo de inventarme otro reto
Y es que te despidas a párrafo abierto,
respetando el juego de vocales,
¡Atrévete, cierra con broche de oro!
No alejes tanto tu talento
Y aprieta en versos lo que hacen pocos mortales
¡ser literarios como tú!
Y pasar por desapercibido, porque ni pinta de poeta tienes…”
“Defenderme es el deber de este men,
a palabras falsas de tontos mequetrefes,
no me llenen de tembleques de amor,
¡no!
Dejen que llegue con calma a la vejez,
en paz, ¡no me meneen la raja!
Que yo me condecoro solo;
me repele si me leen o no me leen
¡yo soy, seré, pedestre hasta que Papá lo desee”.
Dedicado a todos mis lectores, a quienes no saben apreciar lo que significa escribir y “ser”. También le dedico este poema, aunque no vaya acorde, a esas oportunidades de vida, que sólo me desangraron el corazón”.
Frank Nessi.
Gracias, Albert, por acompañarme en esta oportunidad.
Nota: “hay que ver que eres un diccionario, ¡estás loco de remate! Lo bueno es que no tienes pinta de escritor, sino de jodedor… Eres un caso Frank, un valiente roedor, dentro de éste mundo falso, donde me incluyo, porque eso es lo que soy. Suerte siempre, hermano, ¡nadie por la calle se puede imaginar que eres poeta, cosa que a veces me molesta! ¿Sabes por qué? Porque por esta vía sí te ven como tal, y no conocen al humano. Es una contradicción, pero así como tú dices, nadie conoce la verdad, hasta que la conoce por completo. Gracias por invitarme a este espacio”.
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(£,£)PERISTILO SÓRDIDO(£,£)
Cosquilleo somático
Una falda corta me erecta el pene, empezando la mañana, en la parada del Metrobús. La mujer me ve, mientras admiro sus pies desnudos sin pintar; se asombra al ver el sobresalto de mi pantalón, totalizando la erección, acomodándose del lado derecho, bochornoso para la señora que está a mi otro lado, perfumándose con el humo de mi cigarrillo, refunfuñando cual rancia chismosa. “Disculpa, señora, si le molesta, tome un taxi”, dije, taxativo, preciso, casi matemático, pues, aquellas piernas blancas era mi única atención. La chica sonrió, sin importarle si era caballero o no, claro, ¿qué le iba a concernir? Mi pene hablaba por mí, aún más cuando deslicé la chaqueta para que viera mejor y con mis ademanes nos olvidáramos que eran las siete de la mañana. Seguí viéndola, tras aquella camisa escotada, perfecta para mis ojos cuando se agachaba, viendo sus sostenes blancos de copa ancha, ¡y un poquito más! Sus manos pasaba por los brazos, temblando del frío, picoteándome con sus ojos epicúreos, buscando alguna palabra mía que la acobijara, mas, prefería seguir viendo su pequeña falda, sus glúteos de negra barloventeña mezclado con ese color de piel níveo, cual espuma, con sus pecas marrones sonrosadas y aquellos ojos verdes de impacto para mis tersos testículos.
Llegó el Metrobús; le di paso a la deslumbrante mujer, picándole el ojo derecho, buscando en mi koala sencillo para comprar dos boletos y acomodarme a su lado, siempre detrás de ella, sin acecho. Saqué mi Ipod de la chaqueta, colocándomelo con sutileza, quietando mis ganas de verla y enfocarme en Rammstein, imaginando el panorama más sexual que pude haber pensado en la noche más lujuriosa de mi soledad… Cesé mis ganas, pues, la música cambió a una tonada romántica, una canción que me dedicaría una de esas oportunidades que me di en el amor, recalcando que tenía miedo de perderme sin tenerme, y le daba pavor, que me vio llegar a su vida, que dejó todo su empeño para que a su lado me quedara, pero, ¿qué clase de amor fue ese? Era una chica bella, operada de los senos, con un cuerpo escultural, ¿y? Eso, simplemente, que le encantaban mis beso, mis caricias, mis sentimientos… sumado a su inestabilidad, a las ganas de huir, a ese miedo inexplicable de conformarse con el chico sin cerebro, con el hombrecito ligh, ¡así es el maldito amor!
Me sonreí… ya al trabajo, corriendo, me tenía que ir, pero no pude, pues, la bella catira me detuvo, sin dudar, me sonrió, vi sus senos; la detallé, le pregunté si quería hablar, mas, ¿qué estúpido estaba siendo? Ella bajó la mirada; mi pene aún estaba erecto, pese a la bendita canción romántica. Me di cuenta que ya no era el mismo Frank poeta, el que entendía a todo el mundo, el carismático novio fiel, el llorón, enamoradizo, ¿para qué? Mi atuendo hablaba por mí, mi sonrisa también, así, que, besé sus labios finos, como tanto me gustan de una mujer; me limpió con sus yemas, delicadamente, los labios, atreviéndose a otro beso, ahora más deliberado, al tiempo que veía su anillo de casada, sonriéndome, porque ahora estaba al otro lado de la historia, en la que se disfruta, mas no la que se sufre. La tomé de las manos, y, sin pensar en trabajar, fuimos para el hotel más cercano, cuales amantes que se conocían muy bien, aunque, a ciencia cierta, nos habíamos visto en la parada por muchos años, pr lo menos yo notaba su presencia, por su belleza, mientras yo me enconchaba en un atuendo que nunca me perteneció…
Apenas llegamos a la habitación, comenzamos a desnudarnos, besándonos con desenfreno. Su camisa ya volaba a la cama, sus sandalias se quitaba con apuro y en par de minutos sus grandes senos tenía en mis manos, sus pezones rosados en mi boca, y sus manos en mi pene erecto, más activo que nunca, bajo aquellos labios ansiosos… Se arrodilló, chupándolo con frenesí, mas, quise levantarla y echarla a la cama; le quité el anillo, nos sonreímos, y dejándolo encima del televisor, comenzamos a ser cómplices de un deseo desenfrenado, el que muy pocas veces se logra de ipso facto, aunque, reitero, sólo mi cambió de look logró que existiera para ella, o más bien me refugié en ese maldito amor etéreo, el que nunca tuvo pene, sino enamoramiento y entrega romántica…
Se borró por bastante tiempo que existía, que había sufrido, y todo por un hermoso cuerpo sexual, que, en su intimidad matrimonial, se enfriaba tal cual los hielos del frízer… Ahí estábamos, con historias diferentes, con dolores disímiles, pero estábamos, que era lo esencial, sumidos en sexo, en erotismo, en lo que jamás había hecho: sexo anal. Se atrevió a todo; yo hice lo mismo, sí, lo mismo, porque nunca alardeo que soy buena cama, simplemente lo demuestro. Como locos, fumamos, nos tocamos, bañamos; lo hicimos muchas veces, incluso parados, ella contra la pared, con sus talones en mis nalgas, sujetándola de las nalgas y frunciendo nuestros pechos, sintiendo sus pezones duros, sus labios mojados, su larga lengua por mis dientes, su ilusión de hombre que yo era, su mentira de hombre que yo era: uno más del montón.
Pasó aquel día de sexo frenético, nuestra primera vez… Nos seguimos viendo todos los días; nos saludamos, conversamos, hasta en ciertas ocasiones ha estado con su esposo. En el metro es muy cómico porque lo abraza, él dándome la espalda, y sonriéndome, hasta que el marido se baja, le da un beso de despedida y continuamos… Por la transferencia me toma del brazo; ella sigue a su camino, yo al mío, besándonos irónicamente en los labios, y todos los viernes, luego de trabajar, nos vemos en la misma habitación de hotel, cuales amantes, como lo que somos, e inventándonos una vida, porque nos gustamos, porque hay química, mas, sabemos que si estuviéramos juntos como lo deseamos, sólo la ausencia fuere nuestra vida, porque pasaríamos al plano del que le estamos huyendo, lo que vivimos, que es la soledad, así se tenga a alguien al lado.
Siendo diferente, o lo que siempre he sido:
Frank Nessi
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VUELCO DE BROZA
¿Fantasmas del pasado?
Mis letras simplemente son alas,
que me hacen volar al infinito, sin necesidad de ver nalgas,
así me presento: El Escalpelo, el que nada espera
pero el que todo lo entrega;
y espero lo mismo, ¿entiendes mi razón?
Lo más probable es que no, porque lo que quieres sentir es el pezón
en un hombre plástico, que no quiera sinceridad,
porque no quieres “nada serio”,
sólo te conformas con lo que hay, y no creer en el amor,
porque tú eres tú, y rodeada estás de perros.
No soy hombre que cometa adulterio,
así sea una simple relación de noviazgo,
el respeto es lo principal, pero no soy un estúpido bohemio,
también tengo pene, siento, y, a la piel con piel logro un hallazgo,
y es entregarse por completo, sin excusas,
porque una noche pasa, y, cuando vez, abierta tienes la ¡¡¡!!!
¿Y qué pasó? ¿Por qué le temiste a los sentimientos?
¿Te conformas con sólo sexo, con una noche de fiesta?
De ese chico que te gustó, pero que hoy no te aprieta
porque mejor es andar en lo ligh, fuera de arrepentimientos.
¿Fantasmas del pasado?
¿Y qué culpa tiene la persona que puede amarte de verdad?
Nada pasará, sólo que no funcione,
así que no pienses por los demás; vive lo que tengas que vivir,
porque de lo contrario, seguirás igual, en la contumacia, sumergir
y seguir hundiéndote,
conformándote con poco, y anhelando el universo,
pero perdiéndolo, porque huyes, y pasa uno y otro anochecer,
la vida pasa, la felicidad se confunde con miles de besos
a diferentes hombres… ¡la dicha se quedará allá, a lo lejos!
Mis letras simplemente son alas,
que me hacen volar al infinito, sin necesidad de sentir nalgas;
nada con eso, hago,
por eso, salir a conocer poco a poco, no salgo,
¡hasta que encuentre a una mujer de firme decisión!
Que sepa que el tiempo se pierde, que el poco a poco es una estupidez,
porque si dispuesto estás de amar, sólo camina junto a sus pies
y en una relación, se conocen, se entregan, entendiéndose,
¿entiendes? ¿o es que te la pasas saliendo, y, arrepintiéndote?
¿De qué te sirvió salir 4 meses con uno, 7 meses con otro?
Si cuando logran lo que querían, se alejan, ¿sexo de orgasmo de asma?
¡Ah, ah, ah!, ¿De qué funcionó? ¿Por qué no amas de verdad
y te olvidas de los fantasmas del pasado?
que soy un grosero, que no soy el nuevo de la foto, que soy lo mismo,
pues cáete en el abismo
y ponte la falda,
camina en sandalias,
que yo aquí te espero,
pero no para penetrarte,
sino apara amarte
y hacer el amor,
¿entendiste?
¿Te confundiste?
Pues, sólo da la cara, y siente,
Quédate conmigo, sin excusas, entregada, para siempre.
DEDICADO A QUIENES SÍ SE DAN UNA OPORTUNIDAD DE VERDAD, SIN PENSAR EN TIEMPO O SI NO TE CONOCE BIEN O NO… EL AMOR ES UNA DECISIÓN, LO DEMÁS ES SOCIEDAD BARATA, MODA Y PLASTICIDAD… ¡MÓNTATE EN LOS ZAPATOS DE LA VERDAD; HÚYELE A LO MISMO QUE TE RODEA!
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… Y como dirían en mi villorrio:
“Si no quieres saber nada del amor, no importa, simplemente sigue tu vida, que la perforación te pasará factura”.
(El jeroglífico que intentas descifrar, no es más, que… Si no crees en el amor, pero sí eres capaz de tener sexo por sexo, ¿por qué no tienes sexo con amor, y, dependiendo de cómo vayan, vas entregando poco a poco de ti?
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La ñapita
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