EL LITERATO
…Donde todo fluye
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°Peces en la sala°
Mucho más que leer, conocer y sentir
Edición especial
EN ESTA EDICIÓN:
- Preámbulo
- Al Escalpelo ----------- Peces en la sala
- Sin retintín ----------- Auténtico amor
- Vuelco de Hojarasca --- No sé
- Exeat
- Reflexión de la semana
- … Y como dirían en mi villorrio
Preámbulo
¡Tilín, tilín! Sonaron las campanas para darle final al 2010, cada persona pasándola como mejor le pareció, aunque, la mayoría, con sus familiares, y, una que otra como siempre, arrastrada por la sociedad, esa cualidad o defecto de seguir el rebaño, mas, no es criticable, porque al fin y al cabo, cada individuo es feliz como le parece, o como le vaya viniendo. Yo, en cambio, estuve tranquilo en mi cuarto, viendo una serie maratónica, de esas que me gustan, escuchando el cañonazo, y dándole un abrazo a mi almohada porque tenía frío (mis seres queridos estaban de viaje). Esta particularidad (de pocos), me hace recordar a Ramos Sucre: “Agonicé en la arruinada mansión de recreo, olvidada en un valle profundo/amo la paz y la soledad; aspiro a vivir en una casa espaciosa…”. Hay muchos que disfrutan del aislamiento, de tener tu propio espacio para pensar, analizar, o simplemente para tener paz contigo mismo, aunque, asomado por la ventana, con cigarrillo en mano, escuches gritos, veas cohetones y sientas, por momentos, que estás solo… ¡Basta con bajar el ascensor! Sin embargo, no hay mayor felicidad que saber lo que eres, lo que quieres ser, las personas que amas, y no estar pendiente de un Feliz Año, que te deseen lo mejor, cuando, en ese año que comienza, no ves ni la sombra de quien te lo deseó. Soy claro, de eso no hay duda, sosegado por mis valores y diáfano en cuanto a palabra, no obstante, mucha gente se la pasa hablando de mí, como si fuera algún pervertido, mentiroso y hasta extraño, ¿y? ¿Cuál es el problema? Quizás piensen que soy resentido social o que aún sufro por un amor del pasado, pero bueno, no importa lo que digan de mí, o dejen de decir, simplemente soy yo mismo, llamen como me llamen. Los que me conocen saben que la tranquilidad me embarga y a ellos un sentido de protección excelsa, sienten, no sé el porqué, pero así es. Por cosas del destino, o mi desatino en el amor, por la gran soledad que me suspende, porque me gusta; no he tenido suerte en el amor, aunque tampoco me quejo, porque los poetas como yo, pueden vivir en el recuerdo, sin que afecte mi presente o me ponga a llorar, o puedo vivir entre mis personajes, esos de mis novelas que tanto me han aconsejado, por tener cada uno su propia personalidad. Quizás esa sea la razón de conocer a alguien y sepa como es, además que se sienta como si me conociera desde hace años. Sencillamente, es la espontaneidad, y la confianza que pueda brindar, así sea un desconocido. Así es la vida, así es el amor, así vive un poeta… Cito nuevamente a Ramos Sucre: “Pábulo hasta entonces de la brutalidad, ignorante de la misericordia y del afecto, caíste en mis brazos amorosos tú, que habías caído y eras casta, reducida por la adversidad a lastimosa condición de ave cansada, de cordero querelloso y herido. Interrumpida por quejas fue la historia de tu vida, toda dolor o afrenta. Expósita sacrificada de algún apellido insigne, fuiste recogida por quien explotó más tarde tu belleza. Ahora pensabas que tu muerte sería pública, como tu aparición en el mundo; que algún día vendría ella a liberarte de tus enemigos, la miseria, el dolor y el vicio; que la crónica de los periódicos, registrando el suceso, no diría tu nombre de emperatriz o de heroína, sustituyéndolo por el apodo infamante (…) Y prometías recordar y bendecirme a mí, a aquel hombre, decías, el único que te había compadecido, sin cuya caridad te habrías encontrado más aislada, que tenía los brazos abiertos a todas las desventuras, pues fijo como a una cruz estaba por los dolores propios y ajenos. Por no afligirte más, te dejé ignorar que yo, soñador de una imposible justicia, iba también quejumbroso y aislado por la vida, y que, más infeliz que tú, sin aquel afecto que moriría pronto contigo, estaría solo.”. Más claro, imposible, mas, quiero escribir poéticamente, como antes, como siempre en mi memoria, como aquel estudiante que comenzó a enviar correos de sus escrituras, de aquel chamo que tenía talento para escribir, de aquel Frank que creó tantas novelas y poemarios, aquel que fue un día a conocer a mucha gente en el Parque del Este, todo por reenvíos de mis correos, y un gran amigo del presente, que comenzó toda esta travesía, cuando sólo quería que leyeran pocas personas lo que hoy por hoy es una página web. Muchas gracias, Riner, por reenviar aquellos correos, ya ni sé cuántos años han pasado, lo cierto es que manejo varias páginas, gracias a la tecnología y mi aprendizaje con códigos y demás programas similares. Francamente, no pensé que el semanario llegara a miles de personas, que tuviera que dividir a los lectores, por aquello del tabú, pero, en fin, sólo soy un vate, uno de esos líricos que están en extinción, sin abandonar desde luego lo que soy, un hombre que baila, que se divierte, chistoso en todo el sentido de la palabra, pero poeta, como si fuera una cicatriz incurable o un defecto que tendré hasta la muerte, porque me gusta escribir, porque nací para ello… sólo espero que logre mis objetivos, los primordiales, para ver uno de mis libros en alguna estación del Metro, leyéndolos, y yo, como si nada, porque humilde seré hasta la muerte, y, de eso se trata, que sólo sonría por ver a personas desconocidas leyendo lo que escribí alguna vez. Ojalá no sea post-morten, y, si es así, que muchos de mis lectores vayan a colocarle flores a mi tumba y lean mi epitafio con detenimiento.
De mis honrados sentimientos, escapé
de flores amarillas, a perversiones visuales,
de mis rimas hermosas, a lo sexual, me disgregué,
olvidándome de mí, y todo lo que me rodeaba, lo abandoné.
No me di cuenta que me perdí en oscuro abismo,
nunca desperté la musa, ni tampoco valoré
a quienes me amaron, y que ahora no están;
tampoco voy a redimirme, cual rosa blanca marchitada
porque seca está, escondida en un libro perdido.
Tampoco renaceré como Ave Fénix, o regrese a ser el mismo,
simplemente volveré a amar, desde cero, con respeto y valores,
los que no he puesto en práctica, y tanto he inculcado;
abandoné mis años por la lujuria, ese enviciado atisbo
el cual me convertí y del que nunca fui amado.
No sé a quién amaré, no sé tampoco dónde está,
sólo sé que existe, y que a mi llegará,
porque un hombre que ha amado y sufrido tanto como yo
merece ser feliz bajo una mujer de luz infinita.
A sus pies quedaré yerto, cual bebé
en su manto desnudo, siempre dormiré,
y día a día, noche a noche, la respetaré
porque será mi mujer, hasta que Dios así lo desee.
Sólo falta que aparezca, crea en mí, y deje en ella toda mi fe
y hacer una sola vida, hasta la vejez.
Espero que les haya gustado este preámbulo. No seré el mismo Frank poético de otrora, repito, pero así serán mis líneas, mis sentimientos, mi ahínco por creer que el amor verdadero aún existe, por ser soñador, y, que, dentro de ese sueño, aparezcan sentimientos únicos, y siempre permanezcan dentro de nuestro corazón. Pumba! ¡Pumba! ¡Pumba!. ¡No te caigas! ¡Cada quién muere en su propia tumba! Glu, glu, glu…
(-.-) AL ESCALPELO (-.-)
Peces en la sala
Tiempo sin escribir un semanario... Pues . . . ¿Por qué sería? Bastante trabajo, además de diversos contratiempos... ¿y? Llegó el momento de aclarar ciertos puntos, ya que mis "páginas" pueden prestarse para malas interpretaciones, desde luego, porque hay personas que están metidas en su caja de fósforos, que todo tiene que ser un automóvil, un status social o un salario que supere, por lo menos, cuatro salarios mínimos, pero, más allá de tratar ese tema, está el tupé de criticar a éste servidor, que mucho se ha esforzado por mantener su página, y las "adulto".
No quiero sonar irónico, o que tenga que explicar o argumentar el porqué tengo diversas web, ¡no! Tampoco les hablaré del amor, aunque tenga el corazón desangrado, ¡no! Sólo quiero que sepan lo que soy, que, por mucho que puedan "entender", pues, sólo soy un romántico que cree en el amor verdadero. Si la gente se deja llevar por un vídeo XXX, ese es su problema, si administrar una página para adultos es un pecado, entonces, ¡perdónenme! Pero, así soy, un hombre que no anda con prejuicios, ni tampoco tacharé a nadie de pervertido, ni mucho menos me iré con amenazas o insultos sin sentido, por el simple hecho de entender a cada persona, pero, ¿quién comprende eso hoy en día?
¿Te parece sádico que publique fotos subidas de tono en un semanario literario?
De eso se trata este especial: "Peces en la sala", un recorrido somero por lo que pasé el estado Falcón, donde me las vi verde, hasta el día de hoy, para aquellos que critican sin saber, que piensan que por omitir resulta ser una gran mentira, um, ¿acaso no es lo mismo? Fíjense... Suponiendo que conozcas a alguien que será importante en tu vida, porque así lo sientes, o sea familia de una persona que amas. Le estrechas la mano, y dices: "mucho gusto, soy Frank. Trabajo en Prensa, muy bajo sueldo, vivo en tal sitio, y administro varias páginas de Internet. Una de ellas es para adultos". Pienso que no estaría mal, pero, ¿decirlo de un sopetón? He allí el detalle, porque hay muchas personas enfrascadas en su mundo de cajita de cristal... El Literato es una página para disfrutar, para hacer amigos; es mucho más que leer, conocer y sentir... Por ello, este especial lleva consigo un tutorial completo (vídeo). Entonces, mejor decir las cosas tal y como son para que las personas de cristal no se caigan de su pedestal, y para que las amenazas o críticas no sean sólo sino caídas de pétalos al viento, porque la vida no está en un buen restaurante, u odiar sin razón a alguien que ni le has dado la oportunidad de conocer, o querer salir del país u a cualquier sitio escapando, sólo porque no puedes vivir bajo los rieles del Metro o por el Gobierno actual... Mucha tela qué cortar, pero no me detendré en eso, ¡cada quién que analice lo que acabo de escribir! Lo cierto es que sí soy el creador de diversas páginas, sí, el mismo que vista y calza, y, no creo una sola con "todo", por esta misma razón de personas de vidrio, o personas normales, con buena educación, de su casa, así como yo, pero que no son capaces de entender a los demás, sino andan prejuiciando a diestra y siniestra.
Aclarado el punto, El Literato no es más que una evolución de los años, es decir, que comencé mandando correos, hasta llegar a crear una sección donde se buscaba pareja, y, por cosas de la vida, hasta asistí a una, porque se conocieron a través de ella (en aquella oportunidad se llamaba: Pasquín). Pero, eso es pasado, experiencias que viví en carne viva, pues, me preguntan si he conocido a personas por Internet, ¿qué crees tú? Son casi 17 años escribiendo para la web, ¿entonces? Si hasta hace poco (un año o dos), vi a una chama que fue mi novia cuando tenía 20 años, cayendo como paracaidista, pero la vi, ¿cuál es el problema? Los tiempos pasan, la amistad queda. Sí he conocido a mucha gente, no tengo por qué negarlo, es más, hasta he conocido a personas que ni siquiera están vinculadas a mi página, pero ese es otro lagarto. Lo escribo así porque la gente se alarma por cualquier cosa, y me lanzan el muerto a mí, como si tuviera culpa de lo que les pasa. Por andar aconsejando por tantos años, ahora piensan que soy psicólogo, en fin, ese es otro lagarto, y muchos más, que ya tendré tiempo de desmenuzarlos en un especial de aniversario.
Quisiera hacer una historia de lo que me pasó en Ciudad Flamingo, lugar donde mi familia tiene una casa de playa, pero sería muy largo, con lo descriptivo que soy. Lo cierto es que estuve por aquellos lares por una semana, la que me quedaba de vacaciones en el trabajo, y fue un caos total, excepto por los primeros días, cuando disfruté de la piscina, la playa y un viaje a Paraguaná, donde compré la laptop con la que ahora escribo… En fin, lo real del caso es que en esos días declarados como emergencia en el estado Falcón, yo estaba en el Town-House, primero, salvando las cosas del primer piso, cuando empezó a inundarse, y cuando ya todo estaba a salvo, o casi todo, no pude salir, ya que la carretera por Trincheras estaba cerrada por los derrumbes, y hasta el paso por Morón. Paseaba por el agua de la urbanización, hasta un poco más de las rodillas, exponiéndome a cualquier cosa. Vale destacar que a muchos le dieron dengue, a otros infecciones diversas, y hasta a uno de los conserjes de le clavó una cabilla oxidada en el pie. Los últimos días fueron de desespero, queriendo estar en el estrés de Caracas, pero no fue posible. Al fin, abrieron el paso por Morón, y gracias a una camioneta de pasajeros, que huía del lugar, la abordé, paseándome vía Barquisimeto, por Chivacoa, San Felipe, Nirgua, etcétera, ese desvío larguísimo, doce hora para ser exactos.
En esos momentos se valora la vida… Exponerse a cualquier cosa, pues, salí nadando desde la casa a la entrada, pero convertida en un río. Si quieren ven las imágenes en el Facebook…
Fueron momentos difíciles, donde me ayudaron mis hermanas, llamando a Defensa Civil, pero nunca atendieron el llamado, y, por suerte, un día que pude salir para Tucacas, fui el último que pudo sacar dinero del único cajero disponible. La cosa parece de película, pero así sucedió; la persona que estaba detrás de mí, no pudo, y, de inmediato, el cajero cerró. Para colmo, ningún local aceptaba tarjeta para que me diera efectivo, ¡campesinos al fin! Mas, no puedo decir que fue un infierno, a pesar del hambre que pasé, los kilos que bajé, porque me dio a entender las verdades de la vida, y lo primero que hay que pensar es en uno mismo, sí, así estés con alguien, ¿por qué lo digo? Porque yo salvé lo material al comienzo, sí, pero no atentaba contra mi vida ¿o sí? Ja, ja, ja, creo que sí, porque si hubiese salvado lo básico y me hubiese ido, no hubiese pasado por tantas penurias. Pero, fue una verdadera aventura, fue emocionante, en cierto modo, saber que somos unas simples hormigas, que, si te mueres o desapareces, sólo tus familiares te llorarán. Le doy las gracias a quienes me ayudaron, a quienes me regalaron tarjetas telefónicas para no quedarme completamente incomunicado y en especial a la tecnología, porque, a pesar de irse la luz casi durante todo el día, logré estar en contacto, enchufando esta laptop, cargando el celular, y buscando señal como fuere, subido en la litera hasta el techo o sentado en el retrete del baño de abajo, con el agua llegando a mi ombligo (sentado). Fueron momentos de tensión, de espera, de angustia, momentos que no sabemos lo que va a ocurrir, y momentos que nos enseña a saber lo que tenemos con respecto a lo material. Una laptop y un Blackberry me mantuvieron comunicado, sin embargo, tampoco era mi prioridad. La mayoría de las personas tienen este tipo de artefactos por lujo, por relucirse, sin saber lo que tienen en sus manos. Yo valoro la vida, y le doy gracias a Dios y a la Virgen por hacerme llegar al terminal La Bandera, después de tanta aventura con angustia, con unos chores tipo tarzán, oliendo a guaralito y una camisa enmohecida. Hasta risa me dio cuando se apartaban de mí por el mal olor, o burlándose por los chores, pero era Caracas, era la ciudad que me acobijó con su amor, era mi vida, es mi vida, y, más allá de lo que seamos como sociedad, incomprensible, burlona, echona, come mierda, se vive, se sobrevive, se siente la moda o lo que tú eres, y, eso soy… otro caraqueño más, un hombre más, un ser humano que hoy por hoy cuenta lo que pasó con gracia, cuando en cierto punto fue una verdadera desgracia, cuando a sombras ves la muerte.
Sin cernejas en la sin hueso:
Frank Nessi
(º)º) SIN RETINTÍN (º)º)
Auténtico amor
No importa si me olvidaron
cual espuma del mar que a segundos arraiga
porque me tengo a mí, lo único de la vida
que me mantiene con aliento, y al destino, lo que traiga.
No importa si me olvidaron,
como luciérnaga en noche de amor,
porque aún recuerdo nuestros momentos,
aunque con profundo dolor.
Sí, cuando me hablabas y te miraba,
ese instante en que el tiempo se detuvo,
el sentimiento me llamó y me cercioró que te amaba
pero sabiendo que iba a morir, cual apego turbio.
Me susurraste, y te estaba amando,
tu voz fue mi mando y tu piel mis antojos,
el cielo ni lo vi, porque lo fuiste en ese momento
ese instante profundo cuando te clavaste en mis ojos.
Quise besar tus labios, pero ya los había besado,
tanta espera de meses, y estabas ahí,
cual rubí, en bruto, amando, labios carmesí
que me hiciste sentir más enamorado.
A nuestros besos en el banquillo, frenesí,
lujuria de amor sincero, el etéreo sentimiento,
al fin, como siempre lo soñamos, juntos nuestros alientos
infinita realidad; al fin del ensueño, despertamos;
Amor;
Y continuar amándonos, porque estamos perdidos
en la paz del sentimiento que nos profesamos,
en el único infinito abrigo,
como cuando sentí tu ombligo,
como cuando nos abrazamos una y otra vez;
Sé que somos uno, y eso nadie lo podrá entender;
Va mucho más allá de la vejez,
mucho más allá de Dios porque somos los dos
los amantes eternos que nunca se dirán adiós.
Nuestros silencios valen más que las palabras,
aunque éstas nos llenen cuando nos decimos: “te amo”,
pero tú lo sabes bien, el silencio es nuestra ternura
es nuestro espíritu, nuestro salmo.
Amor;
No anhelo nada ni a nadie, sino tu piel,
tus besos, caricias, tu demudes
no anhelo sino quedarme a tu lado de por vida
juntos, siempre, bajo nuestra desnudez
Amor;
Te convertiste en mí y yo en ti,
me amé más de lo que me amaba, teniéndote,
te amas más de lo que te mas, teniéndome.
Amor;
Estemos donde estemos, nuestros momentos son únicos,
estemos donde estemos, nuestro amor es infinito fruto
porque, ya, al tiempo, tendremos toda la vida
para amarnos y ser felices hasta la eternidad, juntos.
Frank Nessi
(»-»)Vuelco de Hojarasca (»-»)
No sé
Me despedía de todos, con algarabía y hasta borracho;
No sabía lo que había hecho, tampoco me importó,
sólo escuché un susurro, saliendo de aquel rancho,
diciéndome: “quédate en mi cuarto”.
“¡Por Dios!” Pensé, dije, no sé,
giré, y vi aquellos labios rojos,
aquella flacura hermosa, de blancos pies,
contestándole: “si me quedo, será en tus bellos ojos,
hasta que el sol aparezca, bajo tu desnudez”.
La chica se sonrió, diciéndome que no iba a aguantar,
yo también me sonreí y le di un beso, eso supongo
porque ella me quitó saliva de la boca, a carcajear
tomándome de las manos, llevándome a rastras…
“¡Por Dios!” Pensé, dije, no sé,
sólo sentí su fuego de piel, siempre sonriente,
mis manos recorriendo por sudor, labios, sus pies,
lo único que recordé, o recuerdo,
sin estar pensando en el después.
“Perdóname, perdóname, amor mío,
de aquella noche de borrachera,
aquella noche donde mi alma no brilló,
aquella noche donde ganó la quimera.
Quisiera amar como te amo,
quisiera ser feliz contigo como lo siento,
pero tú eres dueña de este lugar,
mientras yo un riquillo de abolengo.
¡Por Dios!” Pensé, dije, no sé,
ella me cacheteó y me llamó estúpido,
que sólo era una noche para ella,
que yo era un poeta sumergido en querella
y cuantos insultos le salió por la boca…
“¿Cómo? ¿Acaso sólo querías una acostadita?”
dije, pensé, no sé,
sólo recuerdo son sus pies…
Me siguió cacheteando, haciéndome reaccionar,
cuando al fin abrí los ojos y era con quien más bailé,
aquella chica rubia pintada, fácil de amar,
pero, no me lo permitía, por mi soledad abrupta.
Amaneció; ella envuelta entre las sábanas amarillas;
Me asomé por la ventana a fumar,
viendo ranchos a granel, como nunca antes;
Me asusté, y, sólo dije: “esto no tiene ni esterillas”.
“Ya despertaste, dulce poeta”, me dijo la bella mujer,
caminando hacia mí, desnuda, abrazándome,
diciéndome que me amaba, que siempre me quiso tener,
y que aún estaba deseándome,
yo sintiendo sus senos en mi pecho, cual reverdecer.
Me aparté de ella, diciéndole que quería irme…
“¡Por Dios!” Pensé, dije, no sé,
lo cierto es que me vestí y salí por aquella puerta de zinc,
corriendo por las escaleras de aquel barrio…
¡Miré para todos lados, con miedo a morir, entre barro y barro!
Llegué a la avenida y tomé un taxi,
me pregunté qué hacía en ese lugar,
si en aquella noche yo llegue a amar…
No pensé, no dije, sólo leí una nota que saqué del pantalón
y ésta decía: “nunca pensé que un hombre me respetara,
que no me penetraras, que apenas me tocaras
cuando todos me buscan, cuando todos quieren estar;
ojalá encontrara a un hombre como tú…
jamás te podrá olvidar.
Aquí estarán mis pies para ti, pero sé que no regresarás,
porque no merezco tu amor, ni tu amistad,
pero me enseñaste realmente a valorar,
vestida o desnuda, siempre te voy a recordar
como el hombre que realmente me hizo el amor
pero que jamás me tocó”.
“¡Por Dios!” Pensé, dije, no sé,
sólo recordaré por siempre sus tibios y bellos blancos pies.
Sin estandarte:
El Literato
…Y COMO DIRÍAN EN MI VILLORRIO:
“”.
(La clave está en respetar, valorar, y saber que tendrán toda una una vida juntos, hasta la eternidad).
–EXEAT –
Pido orden de salida, no sin antes decir:
Tabico la erosión.
Frank Nessi.
COLOFÓN:
REALIZADO EL 01 DE ENERO de 2.011
La intención de esta página es dejar algunas de las historias que colapsan mi cabeza, un espacio para drenar tan sólo un poco mi memoria cerebral. El Literato.
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