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El Literato

Voy solo en un autobús, pero lleno hasta reventar, al punto que hasta una gallina está en el pasillo. Me clavo a centímetros de unos carnosos labios, giro, y al otro lado unos ojos azules; siento que estoy en la playa por la cercanía de oleajes sinuosos. Hace calor, me empujan, y voy solo en el autobús, insisto, repito, redundo. No hay historias, hay miles qué contar, pero la descripción nace y muere en un tarareo de canción, en el viejo amor, en la esperanza perdida, en opiniones y subjetividades, en objetividades políticas y en realidades plásticas. Así se va perdiendo el alma, por los miedos que no enfrentamos,  por no adolerse por los demás, por estar vacío, rodeado de gente que te ve, pero que nadie se detiene a existir como tú. ¿Qué importa dónde estés, a quien perteneces, a quién te entregas, si sopla el viento y terminas siendo, no más, que un objeto? No veas más allá, ve frente a ti, quizás un espejo, y sé tú mismo, no quien quieren que seas para ser aceptado, amado y valorado en esta sociedad inverosímil de vitrina”
                                                                                               Frank Nessi
          EL LITERATO ­
Sin Tabúes, Sin Censura… ¡La Guinda se la pones tú!
                                    °°
                      Mucho más que leer, conocer y sentir
                                       Donde todo fluye…
                                   Antípoda y discordante
                                     Edición N° 242



PRÓXIMAMENTE...
Voy solo en un autobús, pero lleno hasta reventar, al punto que hasta una gallina está en el pasillo. Me clavo a centímetros de unos carnosos labios, giro, y al otro lado unos ojos azules; siento que estoy en la playa por la cercanía de oleajes sinuosos. Hace calor, me empujan, y voy solo en el autobús, insisto, repito, redundo. No hay historias, hay miles qué contar, pero la descripción nace y muere en un tarareo de canción, en el viejo amor, en la esperanza perdida, en opiniones y subjetividades, en objetividades políticas y en realidades plásticas. Así se va perdiendo el alma, por los miedos que no enfrentamos,  por no adolerse por los demás, por estar vacío, rodeado de gente que te ve, pero que nadie se detiene a existir como tú. ¿Qué importa dónde estés, a quien perteneces, a quién te entregas, si sopla el viento y terminas siendo, no más, que un objeto? No veas más allá, ve frente a ti, quizás un espejo, y sé tú mismo, no quien quieren que seas para ser aceptado, amado y valorado en esta sociedad inverosímil de vitrina”
                                                                                               Frank Nessi
         EL LITERATO ­
Sin Tabúes, Sin Censura… ¡La Guinda se la pones tú!
                                    °Lo Mejor°
                    Mucho más que leer, conocer y sentir
                                        Donde todo fluye…
                                 Antípoda y discordante
                                        Edición N° 242

¡Adiós!

Hoy comienza una nueva forma de ver la vida, sin tabúes, sin censura, menos agresivo en cuanto a romanticismo y con la comprensión a mil, ¿comprensión? ¡Qué va! Las cosas las diré como sin, sin pepitas en la lengua, sino con la “pepita” en la boca, y, a quien le arda, pues, ¡lo siento! Siempre me han preguntado el porqué nunca me he casado o he tenido hijos, que soy lindo y todo lo demás, de por qué he sufrido en el amor, y, quizás sea porque no pertenezco a ninguna clase de condición o estímulo, ¿y con qué se come eso? Bueno, quizás la mujer de mi vida tiene que ser católica, cristiana, budista, escritora, sexual, santera, fumadora, aventurera, tomadora, romántica, tierna, sádica, fiel, antiarabólica, trabajadora y hasta hogareña, ¿cómo es la cosa? Bueno, yo soy así, y sé que ese ha sido el mayor de mis problemas: ser yo mismo. No equivale a Jesucristo, que viva con mis Demonios, que sea inseguro, que no me he enamorado, etcétera, al contrario, me he enamorado de más, y no de un estilo de mujer, sino de mucha diversidad; sifrinas, monas, ponquetas; blancas, morenas, negras; flacas, rellenitas, extremadamente flacas, ¡en fin! El punto es no ser de la marea, y por no ser plástico ni básico, ni vivir sólo de sexo, vitrinas, playa y fiestas, he pecado, porque lo soy todo, no me conformo con poco, me aburre la simplicidad en las personas, como en las falsas promesas, en realidades futuristas, en infidelidades y dejar el amor de la noche a la mañana cual pantaleta usada, y que pretenda aparecer después de muchos años, y esté “limpiecita como ayer”. Si lo entendiste, dale #Like, y si no, no importa, que usted le coloca la guinda a lo que yo connoto.
 Toda esta explicación de estambre a tus conocimientos someros, porque lo agarras a tu merced, ¡a pulmón, pues, a pecho! Es como si viviera en una casa de campo, con una vista fuera de árboles, animales y la única distracción fuere las sombras lascivas de la vecina, que se posen en el muro a cada viernes, ahí, mientras meneo la hamaca y bebo ron a pico de botella. La humedad cae a gotas en la grama alta, la podadora ahí, esperando gasolina, y mis manos sobre el puñal del lápiz, porque vivo solo en el campo.
La vecina, a cada viernes, espera a su marido dentro de la casa, hasta que llega, se desnuda contra la pared, apetito de su macho, sumisa, medio amarrada, arrodillada, afeitada... Sus sollozos me agitan; bebo más rápido, intento escuchar música del celular, pero se ha ido la electricidad por 4 días, me quedé sin pila, y las únicas velas me sirven para escribir el libro Cristiano, y la luz que diviso, son esas, que, durante el felatio agresivo de mi vecina, hace acabar a su macho en sus senos grandes, así lo descubro bajo las sombras lascivas de la vecina amante del bondaje y las fotos que se toma a solas, presumo que excitada por enviárselas a su erectómano. Suspiro, el corazón pretende salirse por mi hálito de ganas, de sexo, pero apenas sorbo el cigarrillo, siendo oyente, mirón de sombras y querer ser el escritor que se inspira descriptivamente y alimenta su espíritu con Jesucristo.
¡Adiós! Hoy comienza una nueva forma de ver la vida. ¿Un nuevo estilo? No, soy yo, siempre he sido yo, Frank Nessi, el que escribe de su vida entre líneas, quizás, no importa, que no te importe ni malinterpretes, total, ¡tú le pones la guinda! Abandonaré las estupideces, estamos en el siglo XXI, y ni que tuviera escasez de Internet, igual le vez los senos apretaditos escotados de la vecina cuando subes por el ascensor... Entonces, ¿cómo ser escritor en estos tiempos? Veo a una chica hermosa leyendo un libro de Allende, con las uñas largas, pintadas de negro, los pies, igual, hermosos camarones, una camisa que no es de su talla, el ombligo desnudo, sus pecas a subvención y unos chores diminutos, ¿qué pretende la sociedad que me inspire? El sexo es el aire, la respiración las ganas y la inspiración, lasciva, a las sombras de lo que pudiera ser un escritor rosa. Ya no sé si despedirme de escribir y dedicarme sólo a Tutoriales y Reportajes, o hacer un programa en Youtube mentando todos mis conocimientos sociales e intrigas de un escritor preso en las rejas de lo sibilino, y libre de escribir lo que quiera, pero no puedo... Más de 13 mil seguidores en Twitter, amigos que ya han caducado la lectura de su vida y un espejo que me dice que en la sencillez se desahució, como mi amor, pero renace en la respiración de mi avidez carnal; me llama a escribir y crear aspectos socialmente populares, y los versos y prosas de ímpetu Cristiano y saludable al alma, expira... Apenas y mi Radio Cristiana El Literato me calma, pero pertenezco a esta sociedad mediocre, soy otro más, y así sea diferente, y la gente lo reconozca, soy otro ser humano, que parece biblioteca ambulante, que escribe, es editor, caricaturista,  etcétera, pero siento y padezco, y son las sombras lascivas las que apetecen vivir, así fuere escribiéndolas. Así es, amigo, amiga, lector, lectora, bienvenidos a la guinda que te pones tú, yo sólo expreso la realidad, lo que resulta obvio, pero que nadie ve, exploto cual hombre sensible, pero gustoso de conocer el mundo sin tabúes, ¿saben por qué? Porque no soy Cristiano, ni Católico, ni romántico, ni sexual, soy, no más, humilde, pero que no se conforma con lo que está en venta, sino lo que llevamos dentro; soy, no más, que el mundo, un hombre llamado: Frank Nessi Contreras
Glu, glu, glu, no te ahogues
siente con excesos, pero con conciencia

@FrankNessi


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